jazz en linea

miércoles, 5 de agosto de 2009

Bobby McFerrin demuestra el poder de la escala pentatonica

Tal vez sea la cerveza de la que hablaba antes, pero este video que encontre en el blog Hot House gracias a jazz.com me hizo sonreir. Espero que tenga el mismo efecto en ustedes.

Traduzco el ultimo intercambio entre los conferencistas y McFerrin:

McFerrin: Lo que me parece interesante es que no importa adonde vaya, en todas partes, todos los publicos obtienen el mismo resultado. No importa...saben? la escala pentatonica por alguna razon...

Conferencista: Si estas buscando un trabajo en neurologia yo podria...

De la misma serie de conferencias, Bobby McFerrin improvisa una cancion a cappella

Heaven, I'm in heaven...

El dia hoy es bellisimo. El sol resplandece, pero no hace calor y el cielo es azul. Mientras escribo bebo una cerveza y escucho a Gerry Mulligan y Paul Desmond.
No se ustedes, pero esta es mi version del cielo.

martes, 28 de julio de 2009

Citas del Jazz XV

"...le dije, «Bill, tú sabes que todos somos hermanos y todo eso, y que todos estamos juntos en esto, así que he pensado que lo que tienes que hacer es coger con todos, ¿entiendes lo que quiero decir? tienes que follar con la banda» . Estaba bromeando, pero Bill era muy serio, como Trane (John Coltrane).
Lo pensó por diez minutos y después vino y me dijo, «Miles, lo he considerado y no puedo hacerlo, no puedo hacer eso. Me gustaría complacer a todos y que todos estén contentos, pero eso es algo que no puedo hacer».
Lo miré sonriendo y le dije, «¡Amigo mío!». Entonces entendió que estaba bromeando. "


Miles Davis en su autobiografía, escrita con Quincy Troupe, narrando cómo dio la bienvenida a Bill Evans dentro de su grupo.

viernes, 24 de julio de 2009

Red Garland y los pequenos placeres personales

Creo que todos tenemos nuestros pequenos placeres personales: cosas que nadie mas parece disfrutar, o tener en particular estima pero que a uno dan alegria especial; ese caracter altamente individual nos hace sentir por esas pequenas cosas un afecto entranable. Para algunas personas esas cosas pueden ser una pelicula que nadie mas parece entender o la obra de un pintor que academicamente es considerado menor dentro de su corriente. Para mi, uno de esos pequenos (pero al mismo tiempo grandes) placeres personales es escuchar a Red Garland.

Red no es conocido fuera del mundo del jazz, como Bill Evans o Herbie Hancock y si es medianamente popular entre los amantes del jazz es por su participacion en el quinteto clasico de Miles Davis. No hay libros dedicados a el, y encontrar en YouTube un video que lo muestre en vivo es practicamente imposible, como he descubierto mientras escribo este post. Pero escucharlo en un disco es siempre para mi como ver la sonrisa de un viejo conocido en una multitud.

Cuales son sus pequenos placeres personales?


Como decia, encontrar un video con Red en persona ha sido imposible. Rompiendo por una vez la reglas autoimpuestas de este blog (solo porque se trata de Red) les dejo este video cuyo sonido es el track de un album, Milestones, en el que Miles Davis cedio todo el espacio a la seccion ritmica para que se divirtiera con Billy Boy, una cancion popular americana.

Biografia de Red en allaboutjazz.

lunes, 20 de julio de 2009

Louis Armstrong y el misterio de las primeras cosas

En los paises anglosajones, o mejor dicho, en los paises desarrollados, las historias de los primeros contactos con el jazz -un tema recurrente en los blogs especializados- tienen generalmente como escenario una tienda de discos. El disco o album es la unidad artistica a traves de la cual el jazz se ha desarrolado al menos durante los ultimos cuarenta o cincuenta anos y quien ama el jazz no ama un concepto o una idea inmaterial: tiene una gran coleccion de discos que conserva con cuidado y que representan el objeto de su afecto, y generalmente recuerda con claridad solemne el disco que inicio la coleccion.

Pero mi historia ocurre en latinoamerica. El escenario no es una tienda de discos y el objeto no es un lustroso y bello LP o CD. Estamos en un mercado informal al aire libre y estoy comprando un casette pirata en cuya caja alguien ha escrito a mano "Louis Armstrong y Duke Ellington".

No hay fechas ni nombres de musicos, como es de rigor en los discos de jazz, y la cinta tiene un zumbido de fondo porque la han grabado de un LP. Pero la ausencia de datos y la textura densa del sonido solo resaltan la sensacion de misterio nocturno, demasiado refinado para ser obsceno pero demasiado organico para poder escucharse sin bochorno en un espacio sonoramente nitido. Uno imagina a los musicos sudando en un bar clandestino durante los anos de la prohibicion y se da cuenta de que no hay otro modo de escuchar esa musica: asi, con defectos, semianonima, semilegal, se me muestra en toda su vitalidad y me enamora.

Pero lo mas bello es una balada de Louis Armstrong. No es una poesia, es una narracion y es probablemente eso lo que la vuelve mas melancolica: Louis canta la melancolia de quien ama, pero tambien la tristeza de quien sabe que ha consumido un bello dia de su vida sin saber cuantos le quedan, sabiendo que nada dura, sobre todo la felicidad. La balada se llama "That's for me" y su naturaleza narrativa se explica porque era originalmente parte de un musical, State Fair. En su excelente blog, The Wonderful World of Louis Armstrong, Ricky Ricardi ha reconstruido en modo muy competente la historia de la cancion y si visitan el sitio tambien podran escucharla.

En lo que se refiere al casette, nunca he encontrado el disco del que proviene. Probablemente se trataba de dos discos puestos dentro de una sola cinta, o es un disco descontinuado. Como sea, para mi esta bien. Como decia, al menos para mi, esa musica debe ser escuchada de ese modo y para mis oidos (y mi corazon) escucharla de otra manera seria falsearla.

Pregunta




Han escuchado ya "My Favorite Things" en la version de John Coltrane? Si la respuesta es no, tienen que hacerlo. Urgentemente.

sábado, 18 de julio de 2009

La musica, la vida, el jazz y los Beatles

Somos la musica que escuchamos, y cuando volvemos a escuchar musica que habiamos dejado abandonada es un poco como volver a casa, como reencontrar amigos y descubrir las mismas viejas alegrias y gozarlas con mas madurez descubriendo aspectos que antes se nos escapaban.
Estoy volviendo a escuchar a los Beatles y me siento asi. Y creo que no soy el unico que los disfruta y a veces le gusta perderlos de vista solo para poder descubrirlos de nuevo, como demuestra este video de John Pizzarelli tocando una de mis canciones favoritas de los Beatles: I've just seen a face.