En los paises anglosajones, o mejor dicho, en los paises desarrollados, las historias de los primeros contactos con el jazz -un tema recurrente en los blogs especializados- tienen generalmente como escenario una tienda de discos. El disco o album es la unidad artistica a traves de la cual el jazz se ha desarrolado al menos durante los ultimos cuarenta o cincuenta anos y quien ama el jazz no ama un concepto o una idea inmaterial: tiene una gran coleccion de discos que conserva con cuidado y que representan el objeto de su afecto, y generalmente recuerda con claridad solemne el disco que inicio la coleccion.
Pero mi historia ocurre en latinoamerica. El escenario no es una tienda de discos y el objeto no es un lustroso y bello LP o CD. Estamos en un mercado informal al aire libre y estoy comprando un casette pirata en cuya caja alguien ha escrito a mano "Louis Armstrong y Duke Ellington".
No hay fechas ni nombres de musicos, como es de rigor en los discos de jazz, y la cinta tiene un zumbido de fondo porque la han grabado de un LP. Pero la ausencia de datos y la textura densa del sonido solo resaltan la sensacion de misterio nocturno, demasiado refinado para ser obsceno pero demasiado organico para poder escucharse sin bochorno en un espacio sonoramente nitido. Uno imagina a los musicos sudando en un bar clandestino durante los anos de la prohibicion y se da cuenta de que no hay otro modo de escuchar esa musica: asi, con defectos, semianonima, semilegal, se me muestra en toda su vitalidad y me enamora.
Pero lo mas bello es una balada de Louis Armstrong. No es una poesia, es una narracion y es probablemente eso lo que la vuelve mas melancolica: Louis canta la melancolia de quien ama, pero tambien la tristeza de quien sabe que ha consumido un bello dia de su vida sin saber cuantos le quedan, sabiendo que nada dura, sobre todo la felicidad. La balada se llama "That's for me" y su naturaleza narrativa se explica porque era originalmente parte de un musical, State Fair. En su excelente blog, The Wonderful World of Louis Armstrong, Ricky Ricardi ha reconstruido en modo muy competente la historia de la cancion y si visitan el sitio tambien podran escucharla.
En lo que se refiere al casette, nunca he encontrado el disco del que proviene. Probablemente se trataba de dos discos puestos dentro de una sola cinta, o es un disco descontinuado. Como sea, para mi esta bien. Como decia, al menos para mi, esa musica debe ser escuchada de ese modo y para mis oidos (y mi corazon) escucharla de otra manera seria falsearla.